Se ha observado una relación entre niveles más bajos de actividad física, depresión, obesidad, fatiga y falta de sueño en pacientes con reumatismo como la artritis reumatoide, según un estudio publicado en la revista Diario de Reumatología.1 Además, los niveles fuertes de PA fueron más bajos entre los pacientes de mayor edad.
«A pesar de los múltiples beneficios que brinda la AF, el porcentaje de adultos mayores que cumplen con las pautas de AF oscila entre el 27 % y el 44 %», explicaron los investigadores. En todas las encuestas, los hombres blancos no hispanos informaron niveles más altos de AF que disminuyeron con la edad y las limitaciones funcionales en todos los grupos Enfermedades reumáticas y musculoesqueléticas (RMD) como artritis reumatoide, espondiloartritis (SpA), lupus eritematoso sistémico (LES) y osteoporosis (OA) es un grupo diverso de enfermedades multisistémicas que afectan con mayor frecuencia a las articulaciones. Debido a que los adultos mayores con RMD pueden tener limitaciones funcionales significativas, es importante comprender el nivel de PA en este grupo».
Se realizó un análisis transversal de adultos de 65 años o más con enfermedades reumáticas utilizando datos de FORWARD y el Banco Nacional de Datos (NDB) para Enfermedades Reumáticas para determinar los niveles de PA, la principal exposición de interés, en esta población de pacientes. La actividad física, definida como ejercicio, deporte, caminar a paso ligero o andar en bicicleta, se clasifica como alta (vigorosamente activa durante al menos 30 minutos, 3 veces por semana), moderada (actividad moderada durante al menos 3 veces por semana) o baja (rara vez activa). ).
Se compararon los niveles de AF autoinformados en diferentes tipos de enfermedades reumáticas y se evaluaron las asociaciones entre los niveles de AF y los resultados informados por el paciente (PRO), incluida una evaluación del Sistema de información de medición de resultados informados por el paciente (PROMIS-29).
La artritis reumatoide (68 %, n = 2278) fue la enfermedad reumática más común informada entre los 3343 participantes, seguida del 4,8 % (n = 161) con osteoartritis, el 4,1 % (n = 137) con LES y el 3,3 % (n = 111 ) con SpA. La edad media fue de 74,4 años y el 83% de los pacientes eran mujeres. La mayoría de los pacientes (54 %, n = 1799) informaron PA moderada, mientras que el 14 % (n = 468) se ubicaron en el grupo de PA fuerte.
Los pacientes informaron un promedio de 7 días de AF de moderada a vigorosa de 30 minutos o más por mes en general (CI 0-15, media 9,3). En comparación con los participantes no obesos, los pacientes obesos tenían más probabilidades de informar niveles más bajos de actividad (25 % frente a 44 %, respectivamente). Además, los pacientes con niveles bajos de AF tenían peores puntuaciones de dolor, peor índice de discapacidad del Cuestionario de evaluación de la salud (HAQ-DI), peores puntuaciones de PROMS-29 relacionadas con el sueño, el dolor y la fatiga, y mayores tasas de depresión. Las mujeres participantes tenían más probabilidades de informar niveles más bajos de actividad física que los hombres (34 % frente a 24 %, respectivamente).
Las fortalezas del estudio incluyen la gran cantidad de adultos mayores con una variedad de enfermedades reumáticas, así como el reconocimiento de signos y síntomas. PROMIS-29 permitió a los investigadores comparar los resultados con la población general. Sin embargo, un estudio basado en cuestionarios es propenso a la voluntariedad y a los sesgos de recuerdo. Además, puede haber diferencias en el informe de la actividad física, específicamente para aquellos con baja actividad física, y la actividad física percibida está sujeta al sesgo del deseo además del sesgo relacionado con los participantes muy poco condicionados. Otra limitación es que no se recogieron medidas de actividad de la enfermedad evaluadas por médicos. Finalmente, debido a que este estudio fue de naturaleza transversal, los investigadores no pudieron sacar conclusiones causales o temporales sobre la asociación entre PRO y PA,
Los investigadores concluyeron que «los rastreadores de actividad pueden ser una tecnología eficaz para fomentar la actividad física entre los adultos mayores». Sin embargo, la respuesta positiva inicial al uso del rastreador no garantiza el mantenimiento del uso del rastreador. El mantenimiento depende del reconocimiento de los beneficios a largo plazo del uso del rastreador, el apoyo social y la motivación intrínseca. Además, se necesitan esfuerzos adicionales para alentar a los proveedores de reumatología a asesorar pacientes sobre la importancia de la actividad física Se deben iniciar esfuerzos innovadores para promover y mantener la actividad física entre los adultos mayores, además de programas que ayuden a los proveedores a realizar cambios significativos”.
Referencia:
Kumthkar A, Pedro S, Michod K, et al. Hábitos de actividad física entre ancianos con enfermedades reumáticas [published online ahead of print, 2023 Jan 15]. J Romatol. 2023; Jerome 211244. doi: 10.3899/jrheum.211244